Exfoliantes naturales: recetas caseras

La exfoliación mecánica consiste en el arrastre por fricción de las capas más externas de células muertas de la piel. Existe exfoliación facial, labial y corporal, así como exfoliantes del cuero cabelludo.

Las pieles más sensibles y las que presentan dermatitis de contacto frente a ingredientes usuales en la cosmética comercial, no necesitan renunciar a la exfoliación si aprovechan los exfoliantes naturales para preparar sencillas recetas caseras. Además, desde el punto de vista medioambiental, siempre es preferible usar partículas biodegradables o, en su defecto, inertes.

Además de los scrubs naturales que se venden para mezclar con la base que prefiramos, como pueden ser los de Pranarôm y Naturset ( micronizado de escaramujo ), se pueden emplear incluso elementos habituales en nuestra cocinas para preparar nuestros propios exfoliantes caseros naturales. Veamos cuáles son los scrubs más habituales en cosmética casera. De algunos ya se ha hablado en otras ocasiones, pero creo que es cómodo para los lectores encontrarlos todos agrupados.

Un cutis resplandeciente no se consigue solo con cremas hidratantes, protectores solares y serums.

• Azúcar: a mano en cualquier cocina, no es necesario que sea azúcar moreno. Bien tolerado por las pieles más sensibles siempre que no se ejerza demasiada presión, no obstante en una ocasión leí que su uso continuado como exfoliante podía acabar dañando las fibras de colágeno y elastina por reacciones de glicosilación. https://cosmeticareal.blogspot.com.es/2016/06/exfoliacion-facial-con-azucar-no-de.html

En el enlace recomendado aconsejan optar por azúcar glass para reducir este riesgo. Desde el punto de vista físico, no tengo claro que un tamaño menor de partícula sea precisamente la solución, pues tiene mas superficie y por lo tanto de disuelve antes y difunde mejor. De nuevo, desde el punto de vista físico, el uso de un scrub de azúcar seguido de un aclarado y una loción o aceite no debería influir en la concentración de glúcidos en la epidermis ( uno se exfolia como mucho una vez por semana ) y no se puede comparar con el caso de las personas diabéticas, que presentan elevados niveles de glucosa en sangre, pero dejo el enlace porque me parece interesante y contrastable.

• Sal: otra opción tan válida como el azúcar desde el punto de vista físico, pero poco aconsejable para las pieles muy secas. En caso de pequeñas heridas podría producir resquemor. Yo no me he atrevido jamás a probar exfoliantes a base de sal, que puede ser fina o gruesa, pese a existir formulaciones de sales con aceite, en principio aptas para todo tipo de piel.

Con sal gruesa es obvio que el proceso mecánico del scrub es mucho más importante y debe realizarse menos presión y espaciar más el uso de los exfoliantes caseros que contengan este ingrediente.

• Lavanda: mucho más suave y a su vez aromático, las pequeñas flores de lavanda desecada sirven para preparar recetas exfoliantes suaves, aptas para uso diario si la formulación en respetuosa con la piel.

• Harina de almendras o de avena: los otros ingredientes que suelen acompañar a las flores en lavandas en los exfoliantes naturales más suaves y de uso diario si se desea.

• Copos de avena: para uso corporal, o para una exfoliación facial semanal. Combinan bien con jabones sobreengrasados y con miel de abejas.

• Arena: para las zonas más rugosas como rodillas o talones y sólo para uso ocasional, pues los granos de arena son tremendamente abrasivos por fricción mecánica.

• Arcillas. Las arcillas son otro ingrediente presente en algunos scrubs naturales y caseros. Arcilla blanca o rosada para los cutis más delicados, verde para las pieles con acné o impurezas y roja para las pieles más grasas, los exfoliantes elaborados con arcillas requieren unos minutos de suave masaje o bien que se deje actuar sobre la piel antes de proceder al aclarado. Más que para favorecer la exfoliación, las arcillas se emplean para aprovechar el ritual de belleza y aportarle un tratamiento extra a la piel. Los exfoliantes con arcillas suelen ser los preferidos por las pieles más jóvenes, aunque modificando su proporción son aptos para todo tipo de piel.

• Granos de amapola: para mi es una herejía usar las semillas de amapola como exfoliante, por lo mucho que me gusta el toque que dan a panes y dulces como condimento, pero hay muchos artesanos jaboneros que las usan para un efecto exfoliante entre suave y moderado.

• Huesos molidos de aceitunas, cáscaras de almendra o hueso de albaricoque y, en definitiva, cualquier subproducto sólido de la industria alimentaria debidamente triturado se puede aprovechar para preparar exfoliantes naturales biodegradables.

Recetas para preparar exfoliantes caseros naturales.

Exfoliante natural para labios con menta

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Tan sencillo como cubrir un poco de azúcar con un aceite vegetal como puede ser el de jojoba y añadir a la mezcla una gota de esencia de menta de uso alimentario por tarrito de unos 15 ml. O bien usar un producto como el saborizante de hierbabuena de iherb mezclado puro con azúcar.

Deja una sensación de frescor muy agradable. Cuidado si empleáis aceite esencial de menta o de hierbabuena puro, pues podría dañaros la piel. No conozco la dosis adecuada para una receta de exfoliante natural de azúcar con aceite esencial pero yo no pasaría jamás del 1% en AE. Y tendría mucho cuidado al retirar luego el producto para no ingerir nada. Recordad que la mayoría de los aceites esenciales que se venden no son aptos para uso alimentario.

Exfoliante capilar

Parecido al exfoliante labial, pero en esta ocasión cubriendo el azúcar con aceite de almendras dulces u otro aceite vegetal ligero. Hay quien prepara este exfoliante del cuero cabelludo con aceite de oliva, yo opino que en tal caso necesitaremos un champú potente para asegurar una correcta limpieza.

Encontraréis muchas recetas donde se incluyen unas aspirinas para sanear el cuero cabelludo. No lo recomiendo primero porque la aspirina es ácido acetilsalicílico o no ácido salicílico, que es el activo de exfoliación química que pretenden sustituir con este truco, y segundo porque podría ser irritante, más si se realizan las mezclas a voleo y sin tener en cuenta los otros ingredientes ( cuando la mezclan con limón debe ser una bomba ). Es un truco un poco absurdo.

Exfoliantes faciales caseros

Miel, miel como base y algún scrub suave como pueden ser los copos de avena o la harina de almendras. Se aclara bien con abundante agua y después, si vuestra piel es seca, podéis añadir un poco de aceite para el rostro.

Otra manera de preparar un exfoliante facial natural es mezclando algún scrub más fuerte, como los huesos de aceituna triturados o el micronizado de semillas, con un aceite vegetal. Ante la duda, el aceite de jojoba se adapta a cualquier tipo de piel, y podría enriquecerse con otros como el de rosa mosqueta para pieles opacas o el de ricino para los cutis más secos.

Todo exfoliante natural para la cara ha de tener menor concentración de partículas sólidas que los exfoliantes corporales, y se intentará que estas mismas partículas sean de menor calibre, es decir, más pequeñitas.

Exfoliante casero a base de plátano para piel grasa.

También para cutis grasos, recomiendan preparar un exfoliante con plátanos maduros, avena y un poco de leche para lograr una textura homogénea. Soy alérgica a los lácteos luego las recetas de cosmética casera con leche o yogurt las conozco sólo de oídas.

El uso cosmético del plátano en pieles grasas no lo tengo del todo claro. Si me hablan de limón o naranja como ingrediente principal, todavía. En principio el plátano maduro de usar en productos para pieles secas o mixtas, y os hablaba en una ocasión de las mascarillas caseras con miel, una de ellas con plátano que a mi no me convenció.

Exfoliante de plátano para el cuerpo ( piel seca ).

Se mezclan un plátano pequeño y maduro con media taza de aceite de oliva o dos o tres cucharadas de azúcar, y se aplica en la bañera, dejándolo actuar unos minutos. Esta misma receta, por su suavidad, serviría también para cutis secos.

Exfoliante corporal con sal y lavanda.

Sal marina gruesa, flores de lavanda, unas gotas de aceite esencial de lavanda ( a gusto, o hasta llegar al 1 % en volumen ) y todo ello cubierto con abundante aceite de coco. Este exfoliante corporal puede fluidificarse en verano, en cuyo caso es mejor no emplear mucho aceite de coco. Pero para los meses fríos o los climas no muy cálidos, se puede crear un producto tan nutritivo como necesitemos con tan solo añadir más aceite a la mezcla. En los meses fríos atended, removiendo cada minuto o similar, a que la mezcla sea homogénea. Las flores de lavanda son prescindibles, pues la exfoliación será causada por la sal gruesa. El aceite esencial de lavanda además de proporcionar aroma ayuda a que cicatricen los posibles abrasiones de la sal.

IMPORTANTE: En caso de acné no uséis aceite de coco jamás. Cambiadlo por aceite de jojoba, y en su defecto, por aceite de almendras y proceded a aclararos con un poco del gel de ducha tras usar este exfoliante casero.

Exfoliante corporal con posos de café.

Perfecto apara aprovechar las propiedades drenantes y tonificantes de la cafeína. Se van guardando posos de café SECOS hasta llenar un tarro de unos 200 ml y se cubren con un aceite vegetal ligero ( almendras, avellana, pero en este caso NO de jojoba ). Se deja macerar varios días y se aplica en la ducha con un masaje. Para beneficiarse de su acción anticelulítica se pueden envolver las zonas a tratar con un film de plástico de cocina. Nunca he probado esta modalidad del plástico de cocina, me parece un terrible engorro para el efecto que pudiera conseguirse.

Es muy importante que los posos de café que vamos guardando se vayan secando cuanto antes, o de lo contrario el macerado será un hermoso caldo de cultivo de hongos y bacterias.

Exfoliante para el rostro ( piel sensible )

Con harina de avena o almendra se preparan suaves exfoliantes de uso diario que recuerdan a Lush Bare Of Angels y Bûche de Noël ( link a quien lo clonó ) o con un poco de aceite vegetal ligero ( almendras, avellanas ), e incluso unas gotas de macerado de camomila.

Dejo enlace a una receta inspirada en Bare of Angels, aunque ya os digo que con la harina de almendras o avena y un poco de aceite ( con o sin aceites esenciales adicionales ) es suficiente. Lo bueno de las inspiradas es que tienen un tacto menos graso, al emplear glicerina vegetal o caolín o arcilla blanca, y lo malo que son bastante más trabajosas a la hora de prepararlas y que por lo general se obtiene el exfoliante necesario para un año. Además la harina de almendras no es barata precisamente.

https://lovelygreens.com/2014/02/copycat-recipe-angels-on-bare-skin-from.html

Consideraciones finales:

Como veréis, algunas veces no compensa desde el punto de vista económico preparar ciertos exfoliantes caseros y su uso queda relegado a un apuro. En otros casos, sobre con los exfoliantes que incluyen fruta, leche o yogurt, se obtiene un producto para usar en el día o al día siguiente, pues sin conservante alguno se estropea con mucha rapidez.

Las recetas de exfoliantes caseros preparadas con ingredientes anhidros o con muy baja humedad son las únicas que permiten ser almacenadas durante algunas semanas y con las que puede llegar a verse ahorro con las recetas caseras en función de los ingredientes empleados y el formato de venta de los mismos.

Personalmente prefiero por comodidad y por economía añadir un scrub natural a una crema hidratante, una loción limpiadora o un gel suave, salvo en el caso de los labios en los que o bien uso el exfoliante de E.L.F., que es un bálsamo con azúcares o mezclo azúcar de mesa con aceite y esencia de menta de uso alimentario.

Existen también recetas para preparar algunos scrubs faciales y corporales con bicarbonato. El poder abrasivo del bicarbonato no supera al del azúcar, que parece el ingrediente recurrente en las recetas más socorridas, pero por su reacción con el manto lipídico de la piel me parece que el uso de bicarbonato para exfoliar podría traer muchos más problemas que beneficios, aún en pieles grasas. Además habría que controlar el pH de la mezcla obtenida, cuando usando sal y aceite, por ejemplo, sabemos que no va a resultar nada muy dañino en ese aspecto.

Recodad que la exfoliación siempre supone cierta agresión a la piel porque es imposible obtener un producto uniforme y porque podemos excedernos con la presión ejercidas al aplicarnos el producto o con la frecuencia de uso para cada tipo de piel. Ante la duda, mejor exfoliase de menos que de más. Una exfoliación mecánica excesiva, a largo plazo produciría un engrosamiento de la piel en un proceso de defensa y habría un efecto rebote. En ese aspecto es más seguro es alternar scrubs con otros principios activos cosméticos como la urea o los alfa-hidroxiácidos, sobre todo si buscamos controlar problemas de foliculitis o de queratosis.

La exfoliación mecánica rutinaria tampoco es lo más recomendable en casos de acné, y en último recurso debería realizarse con una base limpiadora o empleando un gel adecuado tras aplicar el scrub, para evitar extender por la zona las bacterias causantes del problema.

No se debe exfoliar una piel con heridas y mucho menos con cicatrices recientes. JAMAS.

En el mercado existen bastantes opciones de exfoliantes biodegradables y respetuosos con el medio ambiente, que suelen tener la ventaja de estar formulados con algún conservante natural y en condiciones higiénicas que alargan la duración del producto.

Besitos de mapache 🙂