Los siete pecados capitales de un bloguero

 Errores comunes de blogger. Siete pecados capitales de un bloguero.

 De un par de años a esta parte abundan los posts en blogs de temática mayoritariamente femenina que nos ordenan qué debemos y qué no debemos hacer. Para ser políticamente correcta, voy a ahorrarme la opinión a respecto. Antes era todo más sencillo, pues existía una netetiqueta que ha caído en desuso. Curiosamente, cuando en la actualidad se intenta aleccionar en este pequeño sector de la blogosfera ( que no es la blogosfera en sí misma ni mucho menos ) casi nunca se acuerdan de la antigua y sana netetiqueta, que tan buen karma solía generar.

 Yo no vengo a deciros lo que tenéis que hacer o evitar, sois mayorcitos y mayorcitas por mucha crema rejuvenecedora que usemos. Pero se me apetecía tratar el tema de una forma a caballo entre lo generalista y mi opinión personal como perro viejo en el mundo de las bitácoras. Y se me antojaba aún más hacerlo con los blogs de los temas que se han salido de madre como quien dice. Adivinad cuáles. Para darle un toque de reganiña cariñosa se me ha ocurrido describirlos como pecados capitales del bloguero de moda, belleza o maquillaje. Estos son diferentes a los pecados capitales de otros blogueros. Vamos allá:

– Pereza: Uno de los grandes pecados de este tipo de blogs es la pereza. Lo queremos todo ( y rápido ) con el mínimo esfuerzo. Hazme una cabecera o un banner, revísame el SEO, sígueme aunque sólo tengo dos entradas o ayúdame con el HTML son algunos de los muchos ejemplos que seguro nos han pedido alguna vez a quienes llevamos un tiempo. Lo curioso es que cuando en lugar de hacer el favor porque no tienes tiempo, o porque la persona ya se está pasando con la frecuencia de peticiones, les indicas cómo hacerlo o dónde aprender, se enfadan. Llamadme rara, yo pido que me ayuden a aprender a hacer las cosas por mi misma o que me recomienden bibliografía, no que me las hagan. Aunque la pereza es uno de mis pecados como bloguera, pues no contesto a todos los comentarios, sólo a los que formulan preguntas que no están resueltas en la entrada o aportan contenido, intercambian opiniones, etc. A los demás no los contesto por pereza, no por soberbia.

– Y es que soberbia es el gran pecado capital de este lado de la blogosfera. Aquí podríamos hablar, crear un blog aparte, publicar diariamente durante un año y no parar. En mi opinión personal no es recomendable ir de diva ( o divo ) ni de felpudo. Creo que el lector asiduo agradece ver que al otro lado hay una persona normal, con sus días buenos y malos, con sus entradas o looks más afortunados que otros. Aunque habrá quién opine de manera diferente, todo es respetable. Pero para quienes deciden si tratar o no con otro autor en función de sus estadísticas en el ámbito que sea, les recuerdo que la vida da muchas vueltas. Yo soy más del haz bien y no mires a quién porque soy bastante mema en ese sentido, aunque eso me ha generado en ocasiones feedbacks positivos sin buscarlos.

– Avaricia: Otro gran pecado de muchos blogueros del sector. Lo queremos todo, da igual que nuestra piel sea grasa , que queremos que nos manden esa crema para piel seca, hablando de manera general. Y yo me pregunto ¿ para qué ?, ¿ para revenderla ( actividad ilegal, pero no voy a entrar en eso ahora ), para regalarla o para atesorarla ? ¿ O será porque se lo han enviado a Fulanita y a Menganita y yo no voy a ser menos ?

– La avaricia en ocasiones no es tal sino una manifestación de la envidia.Hay un libro interesante de F. Alberoni sobre el tema. A mí no me importa si a Futanita le han enviado gratis algo que yo tengo que pagar, salvo si veo que escribe una reseña pobre y a la vez me encuentro ese producto en un mercadillo de estos de facebook que todos conocemos ¡ y sin abrir ! No debería importarme, pero opino que lo propio sería que los productos dedicados a publicidad fueran a testadores que entren en el perfil de potenciales consumidores, por pura lógica. ¿ Qué puedo decir yo de una crema antiacné, si no tengo acné, por ejemplo ? Pues hay gente que tampoco tiene acné y pide el producto. Yo siempre me digo que cómo si no hubiera personas con un perfil de lectores parecido que sí pudieran evaluar la efectividad del producto. Las hay a patadas.

 Otro tema que causa resquemor es el de quienes logran ganarse la vida o ayudarse a llegar a fin de mes con un blog o un canal. Puesto que a tí no te están robando nada, ¿ qué te importa ? Yo me alegro mucho por ellos aunque generen cierta competencia, porque es competencia leal, esa que nos obliga a mejorar para no quedarnos obsoletos, sea en el ámbito que sea. Me choca la gente que rechaza la monetización de un blog, cosa que sólo he visto en moda, cosmética y maquillaje, pero tienen su sitio lleno de publicidad, colaboraciones y mil historias. Si no os van a odiar por decir que queréis sacar un beneficio de vuestra bitácora, si ellos también quieren que hagan lo mismo, y si no, que sigan en su línea.

– Ira: Seguro que habéis visto a gente echando espumarajos por la boca porque le bajan los followers. ¡ Y no vuelvas ! he llegado a leer. Eso es un arrebato de ira, malo para tu salud y para tu marca personal. Además, por si no lo sabías, la gente es libre siempre que no haya firmado un contrato.

– Gula y Lujuria: No encuentro una relación muy directa entre estos pecados capitales y la actitud habitual de los blogueros de tags femeninos. Tal vez el afán acaparador de productos que ni vamos a usar o que no necesitamos ( ayyy, esos esmaltes que susurran mi nombre con cantos de sirena mientras me ponen ojitos…). Si a alguien se le ocurre un nexo interesante, con su permiso y citándole lo añadiré a esta entrada.

 Pues sí, como imaginaba al principio, me he quedado a gusto.

 Besitos de mapache.

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