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Budismo como filosofía práctica para la salud mental

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Budismo para sufrir menos en pleno siglo XXI, sin fe ni mantras

La OMS estima que un 4.4


Para los budistas, la meditación es algo muy serio y solo debería enseñarla un maestro, porque si alguien la aplica mal, tiene sus riesgos para e equilibrio mental/espiritual. Sin embargo, los tips o consejos para sufrir menos con cosas de la propia vida, sí se pueden explicar de un modo más relajado. ¿Te interesan? ¡Vamos a ver unos pocos!

El budismo como filosofía de vida, sin más, no te pide que creas en vidas pasadas… Solo en que esta vida puede doler menos


¿Y si una filosofía sin dogmas, nacida hace 2,500 años, pudiera ofrecer herramientas para aliviar ese dolor silencioso? Hablamos del budismo: no como religión, sino como un manual de supervivencia emocional para el siglo XXI.

El budismo como creencia, con independencia de su rama, se basa en 4 nobles verdades. La filosofía budista también:

  • El sufrimiento es inherente a la vida.
  • El origen del sufrimiento se encuentra en los vicios, entendidos como deseos desmedidos.
    Aquí podemos añadir los temores incontrolados, y algunos pensamientos irracionales ¿verdad? También entraría aquí los vínculos afectivos tóxicos que mantenemos por temor a la soledad o, hablando más en serio, la codependencia.
  • Existe una forma para sufrir menos: extinguir su causa.
    Seguirá existiendo sufrimiento mientras uno siga vivo, porque es una consecuencia de vivir, pero puedes minimizarlo.
  • Hay un camino para alejarnos de las causas del sufrimiento y de este mismo. Es un camino para la vida y para con uno mismo.

Me he permitido una traducción no dogmática y añadir cómo se relaciona con la salud mental porque solo vamos a ver cómo es la filosofía de vida budista, y cómo aprovecharla para aliviar el sufrimiento derivado de ciertos problema de salud mental.

La ansiedad puede hacerte llorar, sí. No siempre que se te escapan las lágrimas sin venir a cuanto es por depresión.
Por eso, lo mejor es que te diagnostique un especialista, es decir, un psicólogo o un psiquiatra. Hoy solo te doy consejos para, una vez estés en tratamiento, ayudar un pouito con esa lucha diaria.
  • Mapachito, ¿tú eres budista?
  • Pues me gustaría serlo, pero no. No soy creyente, aunque la moral budista, la guía de vida, la adopté hace unos 25 años.
  • ¿Y se nota?
  • Sí. Hay cosas que, aunque duelen, llevo mejor que mucha gente. Y me recupero de ellas antes.

Budismo para ansiosos: cómo disminuir los pensamientos intrusivos sin fe ni mantras


Vamos a ver una serie de pensamientos que pueden causarnos angustia a las personas ansiosas y cómo enfocarlos desde una perspectiva budista:

  • No responde y está conectado. Hay un sinfín de motivos para no responder de inmediato, y no es algo sobre lo que debas intentar actuar, salvo si sospechas que ha ocurrido una desgracia y buscas saber si avisar al teléfono de emergencias.
    En caso de que sí creas que ha sucedido algo que haga que esa persona se encuentre en peligro, salvo si esos pensamientos son parte de tu patología, aparta el lado reconfortante de la filosofía budista a un lado y asegúrate de si debes avisar, o no, a las autiridades, los bomberos, etcétera.
  • Se perdió el contacto. Suele formar parte del ciclo vital, y no es nada malo. No tiene por qué haber culpables.
    La hoja de un árbol caducifolio se desprende de la rama en otoño, sin que nadie la haya arrancado. Los animales se alejan de su camada o de su nidada cuando los jóvenes son capaces de valerse por sí mismos, para poder criar otra camada o nidada. Y hay personas que pasan por u vida para enseñarte algo, para aportarte una experiencia concreta y, una vez concluida esa “misión”, se van. Eso no significa que el vínculo que os unió fuera débil.
  • El futuro es malo. Puede serlo, por supuesto, pero aún no lo sabes. No está mal prepararse por si acaso, pero es un poco absurdo dejar de vivir el presente por cosas que no sabes todavía si van a suceder o no.
    Además, seguramente cuentes con cierto entrenamiento o fortaleza para enfrentar ese futuro hostil, en caso de darse (no olvides que está siguiendo el camino para alejar el sufrimiento y apendiendo mientras avanzas).
  • Me han traicionado. Si hablamos de traiciones serias, planeadas, nadie se merece ser traicionado. Y nadie es responsable de que esto suceda.
    Acepta el dolor que pueda causar y sigue adelante. Analiza, si acao, qué condiciones se dieron para detectar algo así en un futuro, si volviera a repetirse, y alejarte emocionalmente.
    Sí, el budismo admite como normal sentir dolor, apegos y vicios, pues asume que todos estamos realizando un camino hacia el nirvana o budeidad. En el caso de la filosofía budista aplicada a la salud mental, el nirvana sería una vida con paz y poco sufrimiento, dentro de lo que nos haya deparado la propia vida.
  • No soy suficiente. ¿Dónde está esa escala? ¿Qué valor tiene para ti? ¿Por qué iba a seguirla todo el mundo? Mucha gente tiene sus propios criterios y no se dejan influenciar por el pensamiento colectivo, ¿por qué tú sí?
  • SOBRE EL KARMA. El karma es como el principio de acción y reacción, pero no una promesa de venganza. El karma se refiere al hecho de que, según los budistas, todos debemos experimentar todos los posibles escenarios, los agradables y los desagradables, para alcanzar el nirvana.
    Si realizas un acto injusto, es probable que debas experimentar en esta vida o en otra qué se siente cuando te lo hacen a ti, pero el karma no afecta a vidas ajenas. Es decir, no te sientes a ver pasar el cadáver de tu enemigo por obra y gracia del karma, porque estarías haciéndote un flaco favor a ti mismo.

Uno de los principios del budismo es no hacer daño, ni a los demás, ni a ti mismo. Hay muchas actitudes con las que nos hacemos daño según esta filosofía de vida.
Si pensamos en una única vida, podemos enfocar el concepto de karma como una oportunidad de aprendizaje que se te presenta. Tú eliges si aprender de ella para sufrir menos o no.

En la filosofía budista del siglo XXI aplicada a la salud mental, el nirvana sería la paz mental y una vida con el menor sufrimiento físico posible, teniendo en cuenta las cartas con las que nos ha tocado jugar. El dharma, el camino para irnos desprendiendo del sufrimiento evitable y el aprendizaje una de las herramientas para lograrlo.

Otras herramientas son la compasión y la bondad, sin olvidar aplicarlas también a uno mismo.

¿Y qué sería un vicio? El exceso de indulgencia (un día de estos te cuento cosas sobre el lado bueno y el lado malo del síndrome del impostor). El odio y la deseo de venganza también, pues consumen a quien los siente, causando sufrimiento. Por último, la no aceptación de lo perecedero de muchas cosas de la vida: así como el dolor puede cesar, también la felicidad.

El budismo ante la depresión crónica y las ideaciones suicidas


Ahora necesito pasar de puntillas a las creencias budistas y cómo enfocan el suicidio. Salvo en casos puntuales, el suicidio es lo peor que un humano puede hacer consigo mismo. Sin embargo, el budismo no te dice “no lo hagas porque está mal”, saben que una persona con enfermedades mentales y con deseos de suicidarse sufre mucho.

Por eso, la postura budista es la escucha activa. Si, escuchando y brindando algún consejo (solo si el enfermo lo piden) se alivia un poco ese sufrimiento y la necesidad de dejar de sufrir como sea, habrán logrado ayudar, dentro de sus posibilidades como no psiquiatras. Y, claro está, a cualquier paciente psiquiátrico se le anima a confiar en su médico y seguir el tratamiento prescrito.

La filosofía budista, la estoica y alguna otra pueden mejorar la calidad de vida de personas con depresión o ansiedad, pero jamás deben sustituir el tratamiento clínico, si anteponerse a él.

Si vamos a la depresión mayor crónica y las depresiones resilientes, ¿qué te puede brindar una perspectiva budista? Una parte poco conocida de los budistas en que disfrutan con las pequeñas cosas de la vida. Incluso los monjes más estrictos se permiten esos momentos de felicidad y practicar el humor sano.

Digamos que adoptar un enfoque budista puede ser un entrenamiento contra la anhedonia y una manera de dejarla atrás si te ha alcanzado.

En un día cualquiera suele haber cosas placenteras que muchos occidentales ignoran. Son diferentes de una persona a otra, aunque te dejo unos ejemplos: contemplar un momento un atardecer, el vuelo de un pájaro o una flor; centrar tus sentidos en ese café o ese té aromático y de buen sabor, dejando que el mundo espere mientras lo bebes; una charla con gente agradable o la sonrisa que te brinda un extraño al saludar; un perrito que se te acerca moviendo la cola; el aroma de un libro viejo, o ese perfume que te anuncia la presencia de un ser querido.

¿Pueden compensar estas cosas una vida de sufrimiento constante? Cada uno debe responder por sí a esto. Lo que yo te pregunto es lo siguiente: ¿pierdes algo por detenerte in instante a apreciar esas cosas? Habrá días en los que tu cerebro no te lo permita, lo sé, pero, ¿y los días que sí? ¿Y si lograras que esos instantes fueran un hábito y cada día tuviera su ratito especial?

Consejo mapache (basado en mi experiencia personal)


Si, pese a todo, tu enfermedad no te da tregua con instantes para recargarse un poco, intenta establecer un ritual. En occidente los hemos perdido, y funcionan bien. ¿Te has preguntado por qué todavía hay gente que practica alguna ceremonia de té en su casa en ocasiones especiales? Es por el ritual en sí.

Si antes de tomarte el café especial o mirar al cielo al ponerse el sol vas preparando tu mente desde un par de minutos antes, dejando a un lado el ruido y lo agobiante (si es viable), te va a ser más fácil llegar a concentrarte en las sensaciones agradables en el momento preciso. Al repetir el pequeño ritual, refuerzas conexiones neuronales implicadas en el proceso de apartar atención de lo que duele, aunque sea por un instante, y llegará un momento en que sea comenzar y ya tu mente desconecte un pocos segundos.

Por eso, mucha gente sigue preparando un té o un café con especial mimo, aunque sea solo los fines de semana. Por supuesto, también hay quien lo hace por tradición o, en el caso del té y de las ceremonias completas, por aprovechar las propiedades organolépticas de las sucesivas infusiones, aunque la mayoría lo hace para desconectar.

¿Dónde puedo aprender un poco sobre budismo, sin palabras extrañas?


Lo más sencillo es preguntar cosas, sin abusar, a un amigo budista. Yo entré en contacto con el budismo a lo bruto, leyendo libros para occidentales, aunque muy técnicos. No eran los publicados por el Dalai Lama, sino por otro Dalai o equivalente. Recuerdo que se trataba de budismo tibetano y debía leerlos despacio. Dejaba a un lado la parte metafísica y le daba vueltas en mi cabeza, para llegar a conclusiones aplicables a occidente.

Años más tarde, fui conociendo a budistas creyentes de la rama más abierta y extendida, y les preguntaba cómo enfoca eso un budista.

Si no hay budistas cercanos en tu entorno y te asustan un poco los libros espirituales puros y duros, te recomiendo buscar los vídeos del Pequeño monje yichan (YouTube&Weibo&Wechat:@一禅小和尚) o monjito yichan. Son una serie de vídeos chinos cortos, con una duración en 3-4 minutos, por lo general.

Se dirigen a niños de 4 años en adelante, por eso su estética y su protagonista. Yichan en un pequeño futuro monje budista. Casi siempre comienza con “mi maestro dice…” y cuenta cómo le asaltó una duda y qué le respondió su maestro. Todo esto sin palabras raras o jerga.

Puedes encontrar algunos vídeos traducidos en Youtube.

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Budismo para sufrir menos, sin fe ni mantras, solo filosofía de vida
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El budismo como filosofía de vida, sin más, no te pide que creas en vidas pasadas... Solo en que esta vida puede doler menos 😀. Aplicaciones para la salud mental La OMS estima que un 4.4 A estos alarmantes datos hemos de sumarle el resto de enfermedades mentales, sumando el total de 1 de cada 8 personas en 2019, y toda la gente que sufre de problemas emocionales no clínicos, como complejos o mala gestión de las emociones, que también merman su calidad de vida.
Author
Mapachito
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Potiholic blog de salud
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Categories: Salud
Inma Mapachito: Blogger de la vieja escuela, con numerosos intereses. Amante de Pinterest y con un gran interés en la cultura china. Creadora de contenido con diversos fines: divulgación, entretenimiento, intercambio cultural...

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  • La OMS estima que un 4.4 % de la población mundial padece en la actualidad depresión clínica, y sobre un 4 % ansiedad. Las cifras van en aumento año tras año y afectan más a ciertos países y franjas de edad que a otros.

    A estos alarmantes datos hemos de sumarle el resto de enfermedades mentales, sumando el total de 1 de cada 8 personas en 2019, y toda la gente que sufre de problemas emocionales no clínicos, como complejos o mala gestión de las emociones, que también merman su calidad de vida.

  • Parece ser que hay un bug en esta entrada, y esconde los datos iniciales de la OMS sobre salud mental. Mientras pillo al bichejo, he compartido ese texto en el primer conmentario.

    Disculpad las molestias.

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